¡Hola! Soy Wilson Améstica… pero en el mundo de la comedia me conocen como MAGO AMÉSTICA!

Y sí, ya sé lo que estás pensando:
“¿Un mago haciendo comedia?”
Pues sí, y no es un truco (aunque todo en mi vida lo parezca). Porque si hay algo que aprendí en estos 16 años de carrera, es que la risa y la magia hacen una dupla más poderosa que cualquier hechizo de Harry Potter.

Mi historia mágica comenzó bajo la capa —literalmente— del mítico MAGO HELMUT, dentro de la academia del gran Fernando Larraín. Ahí no solo aprendí a hacer aparecer cosas, sino también a desaparecer la vergüenza y abrazar el escenario como mi segundo hogar.

Pero mi verdadera obsesión siempre fue hacer reír. Así que un día colgué la capa (solo por un rato) y me fui directo a estudiar stand-up comedy en el Instituto de la Comedia. Y no con cualquiera, ojo: me formé con cracks del humor como Felipe Avello, Pedro Ruminot y Marcelo Valverde. Ellos me enseñaron que el timing del chiste es tan importante como el timing del truco… ¡y que reírse de uno mismo también es magia!

Así nació este loco y encantador personaje: MAGO AMÉSTICA, una criatura híbrida entre ilusionista y comediante, mitad varita mágica, mitad micrófono. Con él puedo hacer reír y sorprender al mismo tiempo, dejando al público entre dos pensamientos:

1. “¡Qué risa!”

2. “¿¡Pero cómo hizo eso!?”

Dato curioso (y casi una tragedia para el fútbol chileno): estuve a punto de dedicarme profesionalmente a patear pelotas…
Pero el humor y los escenarios me llamaron más fuerte que un hincha en clásico, y terminé cambiando los botines por cartas, pañuelos y carcajadas.

Hoy, con más de una década y media de shows, escenarios, risas, y un sinfín de “¡wow!” del público, puedo decir con orgullo que Mago Améstica no solo hace magia… también hace historia (¡y chistes, muchos chistes!).